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Ciertamente, cada vez que, en broma o en serio, alguien habla del "día del hombre", a la mayoría nos suena tonto. Y cuando alguien quiere explicar por qué suena tonto, la razón más común es observar que los hombres no han vivido la situación de marginación de género que han vivido las mujeres en casi cualquier sociedad y que por lo tanto no necesitan de una fecha dedicada a recordar y subrayar esa situación y difundir las ideas que sean necesarias para superarla. Y todo eso es cierto, obviamente.
Pero, a riesgo de ganarme más de una respuesta airada, me atrevo a sugerir que lo del "día del hombre", en el fondo, no nos suena tonto porque los hombres no sufran maltratos sociales o porque su vida sea más fácil que la vida de las mujeres, sino simplemente porque no tenemos conciencia suficiente de que el hecho de ser hombre pueda también ser en sí mismo problemático y difícil. Y sí: aunque parezca una batalla perdida de antemano, estoy dispuesto a discutir si ser hombre es tan fácil como la mayoría parece dar por hecho.
Ejemplo. Por algún motivo, en casi todos los países del planeta (y ésta es una estadística impresionantemente consistente en la que apenas hay un par de excepciones parciales), el porcentaje de hombres que se suicidan es muy superior al de mujeres que se suicidan. La razón, hasta donde ha sido estudiado, es la gran presión que las sociedades colocan sobre los hombres con la imposición de ideales como los del "triunfador", el "macho", el "patriarca", el "sostén de la familia", etc. En el Perú, el suicidio de hombres duplica el de mujeres; en países como Lituania, Rusia o Puerto Rico, lo sextuplica; en Argentina, Panamá o Estados Unidos lo cuadruplica.
Pero, ¿hay hombres que sean especialmente perseguidos, marginados, oprimidos y estigmatizados por cuestiones de género? Obviamente la respuesta es sí: los hombres homosexuales no son perseguidos por tener relaciones sexuales con hombres sino porque son hombres que tienen relaciones con otros hombres, porque la sociedad no sólo ha creado reglas abusivas con las mujeres, sino también con los hombres que no se ajustan a las expectativas de género.
Y no es solo una persecución contra hombres homosexuales sino contra cualquier hombre que no parezca suficientemente "masculino": ¿cuántos hombres adolescentes pueden anunciar sin problema en sus casas que quieren dedicarse toda la vida a ser poetas, o bailarines de ballet, o modelos de pasarela, o nadadores de nado sincronizado, o que su aspiración real en la vida, lo que de verdad los haría sentirse plenos, es casarse y quedarse en casa criando a sus hijos?
Nada de lo que digo pretende ignorar esas otras cosas que he denunciado muchas veces: el machismo, la misoginia, la imposición secular de la mirada masculina sobre casi cualquier elemento del orden social. Sólo quiero hacer notar que, en nuestro tiempo, tras décadas de progreso de la causa feminista y de la defensa de los derechos de los homosexuales, y tras décadas de elaboración intelectual acerca de las diferencias entre sexo y género y roles genéricos, es más que necesario reconocer, sin tantos resquemores, que el patriarcado y el androcentrismo heredados de los hombres de generaciones anteriores también hacen víctimas a muchos hombres de generaciones presentes.
De hecho, creo que lo del "día del hombre" (celebración que, por lo demás, existe, y cuenta con el apoyo de la Unesco) nos suena tonto porque tenemos una mirada tan estrecha de los problemas de género que pensamos que celebrar al hombre es equivalente a celebrar al macho abusivo. Es más: creo que el día que podamos decir "el hombre" sin pensar inevitablemente en el macho culpable, en el patriarca, en el acosador, en el violador y en el bacancito hiperhormonal, podremos estar seguro de que las ideas contemporáneas y progresistas sobre los roles de género y la sexualidad han empezado a calar de manera más honda en todos nosotros.
Cuando uno habla del día de la mujer, nadie se detiene a preguntarse si se está celebrando a todas las mujeres o si se excluye de allí a lesbianas o bisexuales: entendemos que la celebración trasciende esas fronteras. ¿Algún día se podrá celebrar al hombre sin hacer diferencias equivalentes? ¿Algún día se podrá borrar el estigma que hace que "hombre" suene una categoría que no vale la pena resaltar? Como dije, la iniciativa ya existe y si revisan sus principios verán que no es ninguna tontería.
Por cierto, feliz día de la mujer, con un poquito de atraso.
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6 comentarios:
Sí... Muy buen post...
Las ideas de Callirgos sobre la formación de la identidad masculina también sostienen tus palabras...
Él, recuerdo algo, argumentaba que ser hombre (i.e. la configuración de la identidad masculina) es más complicado que ser mujer (ibid.) en una sociedad como la nuestra, donde la niña comparte espacios y roles con la madre, mientras que el niño no conoce lo que el padre hace y tiene que definirse agónicamente como un "no-madre" o un "no-niña".
Mientras que la mujer puede imitar las acciones de la madre y adaptarse a los roles domésticos, el niño solo puede ser un polo negativo y una incertidumbre, que tendrá que recalcar mediante rituales del tipo "pelearse en el colegio", "beber mucho alcohol", etc.
"Es difícil ser hombre" era más o menos una inferencia posible de esa lectura de Callirgos.
Si la idea es que haya un "día del hombre" porque hay un "día de la mujer" haríamos bien en explorar los orígenes de tan "celebrado" día. Y la historia conocida es que muchas mujeres identificadas con una opción política decidieron exigir sus derechos laborales. No estaban defendiendo su identidad de género o protestando por su "situación de marginación de género" estaban luchando por derechos políticos y económicos. Centenas de mujeres murieron en ese proceso.
Por esa razón, el Día Internacional de la Mujer nos recuerda que todavía existen injusticias y opresiones que se comenten contra de las mujeres. En ese día hacemos memoria del valor de aquellas mujeres que desafiaron el sistema opresor; rendimos homenaje aquellas mujeres que perdieron la vida por construir una sociedad más igualitaria.
Si vamos a dar vigor al día del hombre (que ya existe), pues que sea un día de revaloración de nuestra masculinidad y de nuestra forma de ejercer el poder. Así la propuesta tendría sentido, sólo que hay que evitar caer en las redes del Mercado.
El día de la mujer se ha descolorido por los tentáculos del Mercado. Su sentido original se pervirtió cuando el Mercado cambió la memoria por la celebración, el homenaje por el festejo. El Mercado pinta estos homenajes de celebraciones con el propósito de que todos regalemos, festejemos, celebremos, que en el fondo es consumir.
Mientras tanto, la situación sigue sin cambiar porque no hay una real conciencia de lo que estamos haciendo. Por un lado, el poder opresor e injusto sigue teniendo rostro de varón (y no sólo contra las mujeres, sino también con otros hombres); por otro lado, la pobreza, la violencia, la migración sigue teniendo rostro de mujer.
Claro que estoy de acuerdo con el día del Hombre, con el Hombre que quiere re-encontrarse consigo mismo y con su prójimo.
Si la idea es que haya un "día del hombre" porque hay un "día de la mujer" haríamos bien en explorar los orígenes de tan "celebrado" día. Y la historia conocida es que muchas mujeres identificadas con una opción política decidieron exigir sus derechos laborales. No estaban defendiendo su identidad de género o protestando por su "situación de marginación de género" estaban luchando por derechos políticos y económicos. Centenas de mujeres murieron en ese proceso.
Por esa razón, el Día Internacional de la Mujer nos recuerda que todavía existen injusticias y opresiones que se comenten contra de las mujeres. En ese día hacemos memoria del valor de aquellas mujeres que desafiaron el sistema opresor; rendimos homenaje aquellas mujeres que perdieron la vida por construir una sociedad más igualitaria.
Si vamos a dar vigor al día del hombre (que ya existe), pues que sea un día de revaloración de nuestra masculinidad y de nuestra forma de ejercer el poder. Así la propuesta tendría sentido, sólo que hay que evitar caer en las redes del Mercado.
El día de la mujer se ha descolorido por los tentáculos del Mercado. Su sentido original se pervirtió cuando el Mercado cambió la memoria por la celebración, el homenaje por el festejo. El Mercado pinta estos homenajes de celebraciones con el propósito de que todos regalemos, festejemos, celebremos, que en el fondo es consumir.
Mientras tanto, la situación sigue sin cambiar porque no hay una real conciencia de lo que estamos haciendo. Por un lado, el poder opresor e injusto sigue teniendo rostro de varón (y no sólo contra las mujeres, sino también con otros hombres); por otro lado, la pobreza, la violencia, la migración sigue teniendo rostro de mujer.
Claro que estoy de acuerdo con el día del Hombre, con el Hombre que quiere re-encontrarse consigo mismo y con su prójimo.
Si pues, la verdad es que damos pena. Además de las exigencias de antaño, hoy en día se nos pide también sensibilidad, expresar nuestra fragilidad, y ese tipo de cosas, y encima de todo eso, se nos pide tener sentido del humor---
Gustavo, estoy totalmente de acuerdo con tus ideas, y celebro tu blog pues es un espacio que visito constantemente por tus brillantes artículos.
Sin embargo, permíteme un comentario para explicar las diferencias en los porcentajes de comisión de suicidios por género. Una primera razón que podría explicar esto es que los hombres suelen tener mucho mayor éxito en la comisión de estos, mientras que las mujeres generalmente tienen un muy bajo porcentaje de efectividad al intento suicida, por lo que podría especularse que "buscan ser rescatadas" (lo que nos lleva de nuevo al machismo, al síndrome del príncipe azul). Otra razón es que el hombre normalmente opta por formas rápidas o brutales de suicidio, como pueden ser balazos o lanzarse de edificios, mientras que las mujeres suelen ingerir sustancias. Finalmente, un tercer argumento es que el hombre suele ser, desde lo biológico, mucho más directo y práctico en cuestión de perseguir objetivos. En este caso, el hombre que intenta suicidarse, generalmente quiere hacerlo y lo consigue; mientras que la mujer normalmente se queda en el intento infructuoso, o lo hace sin estar muy segura, con dudas, y finalmente falla.
Por lo demás, interesantísimo post, y estoy totalmente de acuerdo en la idea final: la gente que podría estar en contra de la celebración de un día del hombre, probablemente piense en el machista, en el "macho", en el pendejo cuando no todos los hombres respondemos a esa imagen. Es un estereotipo: los aspectos negativos son heurísticos de mayor recordación que los aspectos positivos.
Algo también interesante y peligroso es que dentro de estos estereotipos que encasillan al hombre, se asume que éste debe ser estoico y no debe quejarse o reclamar porque sino la sanción social no se hace esperar y empieza a ser visto como "femenino" (maricón) o "poco hombre" (patán). No es sorprendente que este post, publicado el día de la mujer, no haya tenido demasiado acogida: es políticamente incorrecto insinuar que tanto el género masculino como el femenino tienen diversas trabas sociales a la hora de "construir" su identidad.
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