6.8.13

"Ese estigma nacional de temerle al éxito"

“Esta increíble derrota de nuestro vóley ante China —porque ellas no ganaron. Nosotros perdimos, que es otra cosa— muestra, una vez más, ese estigma nacional de temerle al éxito. Caso digno de psiquiatría (aunque no me salgan con la violación de la Conquista española, la derrota ante Chile, Arguedas y pavadas por el estilo)”.

Ese párrafo no es mío, claro está. Es de Aldo Mariátegui, como habrán notado ustedes por el enorme amor a la cultura que en él se expresa (“Arguedas y pavadas por el estilo”). Atención a la segunda frase. Como los pensamientos más complejos de la sesera de Mariátegui, éste también está dividido en dos partes, una en la que dice que el problema es psiquiátrico pero no dice por qué ni cómo y otra en la que dice que no le vengan con explicaciones psiquiátricas porque esas cosas son pavadas.

Uno no sabe si hacerle caso a Aldo Mariátegui, el sabio que nos dice “p” o hacerle caso a Aldo Mariátegui, el sabio, que nos dice “no p”. Al mejor estilo de la página más sofisticada de Conversación en La Catedral, las dos ideas y los dos personajes no están siquiera separados por una coma. Apenas un paréntesis. Y son la misma persona: ¿el doctor Jekyll y Mr. Hyde? ¿Peter Parker y el Hombre Araña? ¿Snoopy el piloto enmascarado?

Da la impresión de que Mariátegui está representando frente al lector una especie de happening de la escritura: cambia de idea a la mitad de la oración y en lugar de cliquear “delete” y corregirse sigue adelante y se da la contra. Pero no, en el fondo lo que está diciendo es que las seudo explicaciones psiquiátricas o psicopatológicas son buenas cuando las usa él arbitrariamente para comentar la salud mental de un grupo de chicas adolescentes (a las que manda a que las vea un psiquiatra por no haber obtenido una medalla en un mundial de vóley) pero son malísimas si las usan los caviares para cualquier otro fenómeno.

Como yo veo las cosas, el asunto es distinto. Esas chicas, que entrenan entre tres y siete horas cada día de la semana, no en las mejores condiciones, la mayor parte de las cuales vienen de familias humildes, han logrado a los dieciséis años algo que Aldo Mariátegui y los demás frustrados que rajan de ellas no lograrán en toda su vida: estar en la élite mundial de una actividad competitiva, construyendo entre ellas el cuarto mejor equipo de vóley del planeta en su categoría.

Por supuesto, es algo que yo nunca he hecho y probablemente jamás haré, y por esa razón lo único que puedo sentir por ellas es admiración, y mi admiración no cambiará porque no pudieron anotarle el punto 15 a tiempo, en el quinto set, al equipo que hoy es campeón mundial tras arrollar a Estados Unidos 3-0. (Por cierto, me pregunto si alguien en Estados Unidos ha pedido que manden a sus jugadoras al psiquiatra por haber estado tan cerca de campeonar y haberse dejado arrasar de esa forma por las chinas. ¿Frustraciones de superpotencia culposa? ¿Consciencia trágica de que China es el mayor acreedor de la deuda externa americana? ¿Reminiscencias de más de una derrota bélica en Asia? Seguramente. Todas esas cosas deben de ser verdad en Looney Town).

Pero no quiero ser injusto. Hay que mencionar que, bajo la dirección de Mariátegui, el diario Correo sí ganó un premio mundial: el que se concede cada año al artículo periodístico más racista del planeta, honor que obtuvo con una columna escrita por Andrés Bedoya Ugarteche y acogida y publicada por el supercampeón Mariátegui. Es bueno recordarlo ahora porque ese mismo Bedoya Ugarteche fue nuestro máximo representante en la ciencia de encontrarles frustraciones seculares a los peruanos y adosarlas a la psicopatología. Digno maestro de Mariátegui. Por ahí va la cosa.

De mi parte, un aplauso a esas muchachitas, que pese a haber sido diagnosticadas con el “estigma nacional de temerle al éxito”, parecen no temerle en lo más mínimo a viajar hasta el otro lado del planeta, alejándose dos meses de sus familias, su país y su lengua, ganarle claramente a media docena de equipos que llegaban con mejores pronósticos que ellas, y colocarse a sí mismas, sin ayuda de nadie, en esa posición que, según el psiquiatra Mariátegui, tanto temen y que tanto las desasosiega, en este caso, las semifinales de un mundial. Porque no hay nadie más valiente que quien enfrenta sus temores ni nadie más cobarde que quien proyecta los suyos sobre doce muchachitas que no tienen la culpa de los complejos ajenos.


5 comentarios:

Jorge dijo...

Por fin!!! algo acertado entre tanto tarado, perdón el lenguaje, pero hay gente que no se da cuenta que desmerece lo logrado por las jovencitas mandándolas al psiquiatra. Osea ¿Si no le ganas a China es porque estás mal de la cabeza? Estamos en la élite del voley juvenil por culpa de unas "acomplejadas" que le ganaron a Serbia, Eslovenia, Italia y cía. Que buena raza...

Renzo Ortiz dijo...

Totalmente de acuerdo con usted, Sr. Faverón.
Algo debe estar pasando últimamente (alguna extraña conjunción planetaria, por ejemplo) que hace que concuerde con usted en casi todo.
Un abrazo,

Anónimo dijo...

Muy coherentemente también estuviste presente en el programa de RMP a quien tú mismo en un post la tildaste de calculadora, en febrero del año pasado, tus propias palabras:

http://gustavofaveron.blogspot.com/search?q=rosa+mar%C3%ADa+palacios

¿No está Palacios construyendo un estúpido estereotipo?, Te sentiste muy indignado. El otro año te vamos a ver tomar unas chelas con cachín y la productora de asu mare, indignado.

Anónimo dijo...

Nunca entenderé a los que no gozan del placer de disfrutar un gustito.

magnetita dijo...

"psiquiátricas"?, "temerosas del éxito"?, vaya...yo veo todo lo contrario..., un puñado de chicas menores de 17 años,la gran mayoría de humilde crianza, le entregan los mejores años de su vida a una selección nacional sin recibir retribución pecuniaria alguna por ello,...meses lejos de sus padres..., y sorprenden al país derrotando selección tras selección...caen finalmente con el que seria campeón mundial...y dejan al PERÚ en la pelea de los 4 mejores...¿enfermas mentales?..., solo el sr. Mariategui puede diagnosticar así desde la mezquindad...; GRACIAS MUCHACHAS su pundonor ha expandido al conciencia de una nación a niveles insospechables...